Beethoven compuso la música para el drama de Johann Wolfgang von Goethe, Egmont
(escrito
en 1788), entre octubre de 1809 y mayo de 1810, de modo que,
cronológicamente, queda ubicado entre la sexta y séptima sinfonías. La
partitura fue encomendada por Joseph Hartl, director del
Hoftheater de Viena,
ya que las propias indicaciones de Goethe mencionan la necesidad de
música. La primera ejecución tuvo lugar el 15 de junio de
1810, en Viena, donde la obra recibió grandes elogios por el propio
Goethe, quien manifestó públicamente su admiración por la genialidad de
Beethoven.
Argumento
El drama se desarrolla en Bruselas
durante la época de la inquisición española. Felipe II de
España, en un esfuerzo por acentuar su dominación en Flandes,
impidiendo así la expansión de la Reforma iniciada por Martín Lutero,
tiene poca fe en la regencia del país por parte de su
hermanastra, Margarita de Parma, y
despacha al notorio Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, III Duque de
Alba, con un ejército para que la "ayude" a cumplimentar sus
órdenes.
A su llegada, el Duque decide deshacerse de dos patriotas: Egmont (Lamoral, Príncipe de
Gaure y Conde de Egmont), héroe muy
querido de los flamencos, y su mucho más cauto amigo, Guillermo de
Orange, quienes junto al Conde de Horn protestaron por la
implantación de la inquisición en los Países Bajos llevada a cabo
por el cardenal Granvela, obispo de Arras. Ambos son citados a
comparecer en el palacio ante el Duque, pero Guillermo, temiendo
dificultades, se ha retirado a su provincia nativa. También ha
tratado de persuadir a Egmont de que le
acompañe, pero éste, idealista, ingenuo y confiado, subestima
las prevenciones de Orange contra el Duque de Alba y se presenta
para enfrentar su "invitación". En su entrevista, cambian acalorados
puntos de vista divergentes, lo que motiva el encarcelamiento
de Egmont por los siervos de Alba. Pocas
horas más tarde, el héroe flamenco se entera de que ha sido condenado a
muerte por alta traición, sentencia adoptada e
impuesta en flagrante contravención con las leyes de los Países
Bajos.
Paralela esta acción, desarróllase una historia de amor. Clara, profundamente enamorada de
Egmont, resiste las instancias de su madre, que la urge a desposarse con un tal Brackenburg.
Este, desdichado por el rechazo de Clara,
adquiere un frasco de veneno para quitarse la vida, pero la joven se
las arregla para apoderarse del mortífero elemento. Al enterarse de la
sentencia recaída sobre su amado, ingiere el veneno y
muere. Su imagen se aparece en sueños ante Egmont, en vísperas de su ejecución. En ese momento le despiertan los redobles de tambor de los guardias que van a entrar en
su celda. La visión se desvanece y Egmont, dotado ahora de nueva fortaleza espiritual, les sigue al cadalso; camina erguido, pues tiene la convicción de que su muerte
será símbolo para el levantamiento de su pueblo, sacudiendo el yugo de la tiranía.
http://www.refinandonuestrossentidos.com/ludwig-van-beethoven/egmont-op-84/
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