El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla. Robert Browning (1812-1889) Poeta inglés.
Para algunos la musica es su
vida, y dedican todo , a esa pasión que les conmueve y mueve. Yo no me
he dedicado nunca a la música como parte actora de la misma, si bien
cuando era una niña tocaba un poquito la guitarra…pero sí mi dedicación
ha sido a escucharla, y a conmoverme mientras sonaba alguna canción
romántica, supongo que algo tendrá que ver en esto el sentirme una
persona con sensibilidad, soñadora, con más pies en el cielo que en la
tierra….y por eso volar con la música siempre me ha gustado, además que
desconectas de una realidad para ir a aquella otra menos agobiante y en
la que una misma es dueña y señora.
La música estimula, te hace vibrar, aunque no toda la música lo hace por igual y suele ir asociada a algún recuerdo.
Y quién no ha volado junto a la persona que amaba mientras sonaba una determinada canción,…
Y
quién no tiene una melodía, una canción que le hace recordar, revivir
algún momento pasado y que fue especial. Aquella primera vez que
bailaste con una chica, o aquél primer beso que le diste mientras sonaba
una melódica canción romántica al piano….
La música enciende
emociones múltiples en nuestro interior, nos produce sensaciones de
diversa índole, tristeza, alegría, sobrecogimiento, placer, …. Al igual
que la poesía , la música también sirve de alimento para nuestra alma.
Yo
tenía muchas canciones favoritas en estos años pasados, si bien muchas
de ellas ya han dejado de serlo porque han perdido el significado que en
su tiempo tuvieron para mi…Aún así, otras favoritas me esperan y
aguardan para vivir nuevamente , y junto a ellas, otros momentos
especiales….música que me hará vibrar y sentirme de nuevo viva.
LA MUSICA
Dan ritmo a la faena los trozos musicales;
combate la tristeza la suave melodía;
cuando preocupaciones asedian, habituales,
cantares apaciguan la mente, todavía.
La música es así, remedio de los males,
inagotable fuente a escanciar cada día;
sosiego de palacios, templanza de arrabales,
y placidez del alma, armonizante guía.
Si acaso preguntaras, qué en la hora postrera
ansío oír de nuevo, mi gusto no vacila:
Aurora, de Panizza Canción a la Bandera,
y la muerte de Isolda, el aria de Dalila,
también de Mefistófeles el dantesco monólogo
o el Coro de los Angeles, divinizando el Prólogo.
combate la tristeza la suave melodía;
cuando preocupaciones asedian, habituales,
cantares apaciguan la mente, todavía.
La música es así, remedio de los males,
inagotable fuente a escanciar cada día;
sosiego de palacios, templanza de arrabales,
y placidez del alma, armonizante guía.
Si acaso preguntaras, qué en la hora postrera
ansío oír de nuevo, mi gusto no vacila:
Aurora, de Panizza Canción a la Bandera,
y la muerte de Isolda, el aria de Dalila,
también de Mefistófeles el dantesco monólogo
o el Coro de los Angeles, divinizando el Prólogo.
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