En los remansos del alma
donde dormita el recuerdo
entre neblinas de olvido
tan claramente te veo.
Mi mano oprime tu mano,
aunque tu mano no tengo;
mis labios te cantan mía,
aunque tan ausente y lejos;
pero al buscarte de noche,
perdida estás, estoy ciego,
con una almohada vacía
al otro lado del lecho.
Y en tu cama dos almohadas,
sonriendo, sonriendo,
y un revoltijo de sábanas
que no se rinden al sueño.
Mi noche fluye perdida
como un río de silencio;
tu noche, una catarata
de relámpagos y truenos.
Mi noche, sombras etéreas
al fondo de los espejos;
tu noche, una caravana
sobre las rutas del cuerpo.
Ya no me quedan remansos,
mas remolinos sangrientos.
Si en las nieblas del olvido
se me perdiera el recuerdo...
http://clubdepoetas.blogia.com/2005/062602-francisco-alvarez-hidalgo.php
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